UNA MAÑANA DE MAYO
Aquella
mañana, radiante y clara, del pasado domingo 5 de Mayo, la ciudad de Pamplona,
mostraba un paisaje primaveral.
Algunos viandantes llevaban entre sus
manos, bonitos ramos de flores, para regalar a la madre.
Y así, de paseo, recordé aquellas jotas
navarras, que muchos tienen pesentes por su popularidad.
“Mi madre cantaba jotas,
al
coser y al acunar;
quien
hijos pequeños tiene,
siempre
les ha de cantar”
Rosa Mari, una buena jotera con residencia en Orvina |
Los autores: P. Valeriano Ordóñez, jesuita de Torres
del Río, y Jesús Martínez Goñi, de Funes.
Los Hermanos Anoz, de Milagro, la grabaron en disco
muy elegantemente.
Otra jota popular dice:
“Quien tiene madre y se queja,
no
debe escucharle nadie;
que
no hay pena sin consuelo,
para
áquel que tiene madre”.
En Tudela, Ángel Puertas, compuso esta jota para los
grupos "Alma Navarra" y "Navarra Canta":
“ Cuatro versos de mi jota,
son
pocos para mi madre;
ella
todo me dio a mí,
y todo me dio de balde”.
La Escuela de Jotas de Pamplona se llama "Gracia Navarra" |
Y las Hnas. Flamarique, de Tafalla, grabaron esta
jota navarra:
“Siempre que escucho la jota,
siento
el calor de mi patria;
los
acentos de mi madre,
y el nombre de mi Navarra”.
Miguel Ángel Benito, una vocación tardía pero feliz |
En Cadreita, Julián Aranaz, compuso:
“Cuando moría mi madre,
de
llorar me quedé ciego;
ya
no puedo ver sus ojos,
pero
olvidarla no puedo”.
Beatriz, a la derecha, saca tiempo para estudiar y cantar |
La Madre. Nunca se olvida.
José Luís Lizarraga, de Añorbe, también recuerda en
su jota:
“Nadie las puede olvidar,
las
caricias de una madre;
porque
en ella puso Dios:
cariño,
amor y verdad".
Las hermanas Leache con Ángel Inda |
Y la poetisa de Artajona, María Antonia Morales, tiene
publicadas varias jotas navarras. Ésta dice asi:
“Siempre que canta la jota,
a la madre y al amor;
siempre
que canta a Navarra,
la
jota es una oración”.
En la Capilla de San Fermín, el pasado día 27 de
Abril, se celebró una boda muy esperada. Los
novios, María Jesús Eraso y Joseba Auza.
Presidíó
D. Santos Villanueva. Ellos,
los novios, solicitaron a la Rondalla “Ecos del Arga” y a “Gracia Navarra”, que
se intepretara una jota dedicada a la madre.
Esther, de Ansoáin, se escapa de la frutería para cantar jotas |
Y
allí sonó, en la voz de Naroa Oteiza Arpi, esta jota:
“A una madre hay que querer,
más
que a nadie en este mundo;
porque
ella nos dio la vida,
p’a
qué quieres más orgullo”.
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